En esta tragicomedia cubana, que hace palpable el triste contraste de las dos Habanas: la opulenta del turista, el extranjero y la élite castrista y la miserable del cubano de a pie - nos lleva Teresa, “de la mano y corriendo”, a adentrarnos en un mundo alucinante y demencial, pero perfectamente creíble, donde las divinidades (u Orishas, como se les conoce en el sincretismo afro-cubano) se entrometen cruelmente en la vida de unos mortales incautos que han osado no tomárselas en serio.
Los personajes - fatales, como ya se nos anuncia en el título - se desenvuelven en una realidad asqueante donde el absurdo forma parte de lo cotidiano. Una chica “bonita pero sosa” a punto de morirse de inanición al no poder vender sus “muñequitas negras” conoce por casualidad a un “gallego” de Murcia que le llena el estómago a ella y a su repelente madre. Hasta ahí sería una historia más, Maricari sería una de tantas “afortunadas” que sacrifica su juventud a un señor que puede ser su abuelo, pero que le resuelve la vida. Pero a la niña no se le ocurre otra cosa que ir a consultarse con una ilustre santera, que en realidad es un travesti con más plumas que un pavo real, en el que sin embargo duerme un bisexual que para su desgracia se enamora de la ingenua y es correspondido (por mala suerte para ambos). Como en la zarzuela "Los Gavilanes", cuyas estrofas se entremezclan con pinceladas de salsa caribeña, el viejo galán comprobará finalmente que su dinero no basta para comprar el amor de la tierna Rosaura. Pero este descubrimiento es su perdición, y la de los dos jóvenes amantes.
Le advierto al potencial lector que para determinados capítulos de este libro no puede tener el estómago muy lleno, y que en uno en específico tuve que hacer como en las películas sangrientas y cerrar los ojos (saltarme un par de líneas) aunque ello no me evitó imaginarme los detalles cruentos que me dejaron con los pelos de punta. Pero como ventana para vislumbrar los estragos que una sociedad totalmente de cabeza puede acarrear entre los individuos sometidos a su asfixiante atmósfera, este libro de Dovalpage puede ser altamente instructivo, además de divertido a ratos, aunque también angustiante y desolador para quienes sabemos que aquella realidad horrorosa en ocasiones supera a la ficción más truculenta.
Los personajes - fatales, como ya se nos anuncia en el título - se desenvuelven en una realidad asqueante donde el absurdo forma parte de lo cotidiano. Una chica “bonita pero sosa” a punto de morirse de inanición al no poder vender sus “muñequitas negras” conoce por casualidad a un “gallego” de Murcia que le llena el estómago a ella y a su repelente madre. Hasta ahí sería una historia más, Maricari sería una de tantas “afortunadas” que sacrifica su juventud a un señor que puede ser su abuelo, pero que le resuelve la vida. Pero a la niña no se le ocurre otra cosa que ir a consultarse con una ilustre santera, que en realidad es un travesti con más plumas que un pavo real, en el que sin embargo duerme un bisexual que para su desgracia se enamora de la ingenua y es correspondido (por mala suerte para ambos). Como en la zarzuela "Los Gavilanes", cuyas estrofas se entremezclan con pinceladas de salsa caribeña, el viejo galán comprobará finalmente que su dinero no basta para comprar el amor de la tierna Rosaura. Pero este descubrimiento es su perdición, y la de los dos jóvenes amantes.
Le advierto al potencial lector que para determinados capítulos de este libro no puede tener el estómago muy lleno, y que en uno en específico tuve que hacer como en las películas sangrientas y cerrar los ojos (saltarme un par de líneas) aunque ello no me evitó imaginarme los detalles cruentos que me dejaron con los pelos de punta. Pero como ventana para vislumbrar los estragos que una sociedad totalmente de cabeza puede acarrear entre los individuos sometidos a su asfixiante atmósfera, este libro de Dovalpage puede ser altamente instructivo, además de divertido a ratos, aunque también angustiante y desolador para quienes sabemos que aquella realidad horrorosa en ocasiones supera a la ficción más truculenta.
4 comentarios:
Wow me has intrigado! aunque yo tambien cierro los ojos en las peliculas sangrientas.
Besos
Hola Vana, gracias por la visita!Bueno, realmente no es todo sangriento, sólo un capítulo, pero te pone la carne de gallina (o por lo menos a mi, que soy muy impresionable)
Besos
También me has intrigado!! Wow!!!! lo tendré en cuenta!!!!!!! GRACIAS! y saludos para su autora :-)
¡Gracias, amiguitas! Ojalá que a ustedes les guste también...Cariños desde el desierto, donde no se encuentra un murciano...ni un cubano tampoco, por cierto, ni pa remedio,
La Tessy
Publicar un comentario