miércoles, 14 de enero de 2009

Rumbero

Le pusimos "Rumbero" porque camina con tumbao - me dijo el vecino que me lo trajo con apenas 45 días - es que la perra lo agarró con cuidado, como agarra a sus cachorros, pero así y todo le lastimó la patica, y por eso camina raro, pero cámbienle el nombre si quieren.


Mas Rumbero se quedó, o más bien “Rumberito” y “Rumbi”. Desde que lo soltamos en el suelo entró como Pedro por su casa, hasta el fondo, sin pedir permiso. Horas después lo perdimos de vista: - Pero dónde estará ese animalito: ¡Rumberooo, misuuu!, llamábamos a coro, y escuchábamos un maullido agudo y cercano, pero no lo veíamos. - Donde se habrá metido, mira a ver en el closet, en el baño, en la cocina, en los cuartos. Nada. De pronto asoma una patica del fondo del sofá, y luego otra, y sale con un triunfal: ¡Miau!, como quien dice: aquí estoy so bobas, ¡que bien se las jugué! (El forro del sofá tenía un hueco por debajo, y se había acomodado adentro – desde entonces comprobábamos donde estaba antes de sentarnos, no lo fuera a atravesar un muelle).



El Rumbi en brazos de mi hija (La Habana, 1999)



Rumbero era un gato singular. Creía sin dudas que era un perro: meneaba la cola, daba la patica, se viraba boca arriba para que le hicieran cosquillas y no le gustaba ni el pescado ni la leche (quería boniato, arroz con cualquier salsa, y cosas así). Un día estaba mi mamá en el portal de la casa de la Víbora (donde viví los últimos 10 años antes de venir) llamando: Rumbero, Rumberito, ¡ven! Y la vecina de al lado le dijo: No te canses, que los gatos no hacen caso cuando los llamas (ella tenía par de gatos, así que sabía bien lo que decía). Mi mamá le contestó: ¿que nó? Tu verás. Y lo llamó bien alto par de veces más y allí llego el animalito, saltó por uno de los huecos de la baranda y le dijo: -¡Miau!. Mi madre miró triunfal a la vecina: - ¿Viste?, y ella le contestó: Increíble, en mi vida vi un gato que obedeciera al dueño, pero ¡este es especial!

Otro día se subió a la cerca “pirle” y empezó a recorrerla para gran alarma de la perrita del primero que no paraba de ladrarle. En otra ocasión se subió a un árbol que había frente a la casa, pero cuando estaba en lo más alto no sabía como bajarse y los maullidos se oían en tres cuadras a la redonda, hasta que un vecinito – amiguito de mi hija - se encaramó a rescatárnoslo.

Todas estas travesuras, más su paciencia cuando mi hija lo cargaba y hasta cuando lo bañaba, sus broncas con el gato del espejo, a quien arañaba y maullaba sin comprender que era su propio reflejo, sus esfuerzos – y éxito - al cazar ratones (y en una ocasión al pescar a mi pobre goldfish), su obediencia a mi mami gallinita que se creía que era otro niño suyo, lo hacían verdaderamente adorable.

Pero una noche salió y no regresó. Nos cansamos de llamarlo y nada. Yo, queriendo tranquilizar los ánimos (y esperando que fuera cierto), dije: es que ya es adulto, habrá que acostumbrarse, los gatos salen de noche. Al día siguiente nos avisó un vecino. Al parecer lo había arrollado una bicicleta frente a la casa (era una loma, difícil para frenar y de noche bastante oscura). Lo pasamos muy mal, especialmente la niña que por entonces tenía 11 añitos y lloraba inconsolable. Luego vinieron otros felinos, también graciosos y queridos, pero ninguno como él, nuestro Rumbero sandunguero.


18 comentarios:

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

que linda y que triste la historia, rosi.

dejé a mi perro en Cuba y allí murió, solo unos meses luego de mi partida... desde entonces lo llevo arriba conmigo, como otra cicatriz de la distancia que nunca me devolverá este exilio.

:/ tony.

Al Godar dijo...

Los gatos son a menudo buenos compañeros.
Nosotros tenemos gato y perro y no se cual es mejor.
Eso de que no hacen caso... depende. El nuestro es un cachorro y a veces viene cuando uno lo llama.
Saludos,
Al Godar

Salva dijo...

L'ho avuto un bellissimo gatto, portato anni fá dall'Austria. Un mix tra gatto tigre e Siam.

Nome: Ramon. Quando ha avuto 8 anni l'ho dato per motivi di tempo ad un amica, la quale le era morto il gatto, e si era innamorata del mio :) Cosí l'ha preso lei, e sta molto bene con lei. Casa grande, giardino eccetera.....

I gatti sono speciali! hanno una testa tutta loro. E quello che avevo io, era uno dei piú belli che io abbia mai visto, ma anche il piú crazy :))

Un abbraccio,
Salva

Diliviru dijo...

Que bonito Rumbero! Fijate que yo tuve un gatito, se llamaba macintosh, jiji como las pc, pero en mi caso mi madre lo detestaba, solo me dejo tenerlo un mes, solo que un dia que llegue de la universidad a darle de comer no lo encontre, resulta que mi mamá lo regalo a otra familia, que triste me senti. Me gustan los gatitos y los perros pero nunca me dejaron tenerlos :(

Vana dijo...

Que lindo Rosie! como se quieren a los animalitos, pero cuando se nos van o se mueren es muy doloroso, como si un ser humano querido se nos va.

Besos

Sofia dijo...

Tengo 3 gatos (2 males y 1 hembra), todos tienen diferentes personalidades, muy queridos y dulce, pero el gato (hembra) q se llama MIRANDA nos llevó (vino aquí en casa a cerca de 1 año) y se parece a un perro, cuando se llama,viene, como un perro, lo más gracioso es que no gusta los gatos y gusta mucho los perros.:)

Una historia triste Rosa.:(

Besos
Sofia

Magicomundodecolores dijo...

Hola Rosa: a mí, personalmente no me han gustado mucho los gatos,pues tengo asma desde niña y no me dejaban acercarme.Pero sí le llevaba comida a la gata de Hilda, la esposa del maestro Tellería.Fueron vecinos nuestros durante toda nuestra infancia y adolescencia, así que los queríamos mucho. Su gata era de esas que se llaman barsinas, o sea,de rayas amarillas,era algo pizpireta y a cada rato tenía gatitos,que nosotras ayudábamos a colocar.Pedíamos las piltrafas de la carnicería y se las llevábamos.Se dejaba tocar y era muy dulce,pero a mí me daban estornudos siempre,así que no me dejaban tener ningún gatito. Las fotos de mininos son muy bonitas,pues ellos parecen tener un gusto refinado por las cámaras.
Besitos

Verónica dijo...

Que buen homenaje al gato Rumbero, Rosa. Ellos nos acompañan durante un tiempo, y sí, hay algunos que se quedan para siempre con nosotros, en el cariño.
Muchos saludos para ti, (y ahora descubro con horror que yo todavía no había enlazado tu blog en el mío). De inmediato enmiendo este error después de darme los latigazos correspondientes. Ja!
Verónica

Anónimo dijo...

Hola Rosa!!

Es una ternura esta mascota. Me haces recordar a la mascota de la casa materna, es una linda gatita muy amorosa y consentida.

Creo que es mejor ser mascota hoy en día.

Un abrazo renovador de energías cósmicas y mi mejores deseos para ti, en este 2009!

~Zurama Arencibia Nuñez~ dijo...

Que linda la historia de tu gatito.

Yo deje uno en Cuba-se llamaba Persy. Al poco tiempo lo atropello un carro.

Mi hermano dejo un perrita que se llamaba Linda, era como una persona y dormía con la cabeza en la almuada.

Ahora tenemos cuatro-el mas nuevo se llama Enclenque (fue idea de mi papa) y lo trajo mi hija de la calle. Parecía que lo habían sacado de la película "Pet Cemetary", y lo habían desenterrado. :D
No pero ya casi se recupero, aunque se quedo chiquito, parece por malnutrición.

~Zurama Arencibia Nuñez~ dijo...

Se me olvido preguntarte Rosa, si sabes lo que paso con el blog de Yoani y si por fin se murió la momia.

:D

Aguaya dijo...

Siempre me gustaron mucho los gatos. El último que tuve perdió el rumbo cuando mi familia se mudó a Santos Suárez. Los siguientes los traía yo de la escuela, para darles lechita: los botaban allí con los ojos semicerrados aún, pero ya en mi casa había perros y no podían quedarse.

Yo extraño a mis dos perritas que dejé en Cuba. De la casa me cuentan de ellas como si fueran lo que son: dos miembros más de la familia. Cuando hablo por teléfono con mi gente, las hacen ladrar para que yo las oiga.

La tercera murió hace dos años.

Ni pudiendo las trajera. Aquí se morirían de frío...

Rosa dijo...

Amigos, este gatico adorable fue nuestra única mascota oficial - si exceptuamos a los peces y a las jicoteas - porque mi mamá siempre fue renuente a tener animales en casa. Con este la logramos convencer porque después que murió un gato viejo que heredamos con la casa (dicen que los gatos responden al lugar, y no al dueño, por eso se habrá perdido tu gato, Agu) los ratones campeaban por su respeto - gracias a la insalubridad de las calles donde la basura se acumula a veces por varias semanas. Pero cuando nos mataron a este fue tan duro que decidimos no coger ningun otro. En lugar de eso le poníamos comida al del vecino - que por cierto era amiguito del nuestro, aunque ya adulto, y no vean como se lamentó y lo buscó por toda la casa durante la primera semana. Luego tuvimos otro que venía "de visita" pero se perdía durante días.

Rosa dijo...

Zuri, yo no he sabido que haya ocurrido nada con el blog de Yoani, el último post que veo es de hace dos días, y todo parece normal. En cuanto a la momia, cómo saberlo. Si ya se ñampeó lo dirán cuando les de la gana, ya sabes como es aquello. No quiero empezar a brincar todavía, por si me lo resucitan otra vez (Dios no lo quiera, que ya es más que hora de que se lo lleve para donde estime conveniente, pero lejos de nosotros).

Besos a todos.

Margarita Garcia Alonso dijo...

Yo perdi a mi gato Wiczy, se escapo de cada de unos amigos y no lo olvidare jamas. Me consuela pensar que esos amigos tenian dos nenes muy gritones y prefirio la libertad. Donde este mi pensamiento va con el.
gracias por visitarme Rosa, por tus palabras.
Un abrazo

~Zurama Arencibia Nuñez~ dijo...

En Cuba, yo recogía cuanto gato me encontraba en la calle. Llegamos a tener 16. :D

Anónimo dijo...

INVITACION

http://origenes.superforo.net/index.htm

Anónimo dijo...

¡Alabao, qué bueno está este post! Lo siento que llego tarde a verlo pero con el brete de principios de semestre he estado loca. Rosie, me encanta la foto de Rumbero, debes hacer un álbum de mascotas en Facebook. Pero qué triste final, amiga. Nada, piensa cuando tengas otro que es Rumbe reencarnado...Yo tengo tres felinos y un perrazo y se llevan de lo mejor los cuatro. Maullidos cariñosos...

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