lunes, 11 de agosto de 2008

Playa y Ciudad

El Mediterráneo no es el Caribe, las arenas no son como las nuestras ni sus aguas tan azules (al menos en esta parte) pero vale la pena. No es tan frío como el Cantábrico, y la cercanía de la ciudad significa que cuando te aburras o creas que ya te has quemado lo suficiente te das una ducha en estos lindos oasis, y a recorrer la ciudad, en este caso Estepona, que para mí es un encanto.




El paseo marítimo.


Avenida Juan Carlos I. Detrás la montaña donde está la casita de mis amigos (no muy arriba).


Calle estrecha en el casco antiguo.


La Plaza de las Flores, preciosa, rodeada de hoteles y cafés.


El campanario de la iglesia que se divisa desde muchos puntos de la ciudad.



La fachada de la Iglesia. Hay muy poco espacio delante, pues está rodeada de casas.


El Ayuntamiento.


La Torre del Reloj, que aunque restaurada dicen que la parte inferior data del tiempo de los moros, y la superior de hace unos cuantos siglos.



Una glorieta colorida.




Y por último el puerto deportivo. ¿Nos compramos un yatecito?


Si por mi fuera volvía ahora mismo para allá: "cerca del mar porque yo nací en el Mediterráneo" (americano, pero en fin, casi que prefiero este). Deja ver si me hago "hija adoptiva" de ese mar que me fascina, aunque desde la orilla, en el yate de Gibraltar me dio un mareito...

3 comentarios:

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

Bumbata! esa glorieta me trae recuerdooos.... ;)

Rosa dijo...

Pues a mi también, me recuerda a otra menos pintadita, pero igual de bonita, en el vedado...

Aguaya dijo...

Las fachadas pintadas de colores claros, sobre todo blancas, dan tranquilidad a la ciudad, o al menos eso a mí me parece.

Y pensar, caballero', que los españoles emigraron a nuestro país en el pasado, y hoy pasar por estos pueblos y ciudades, que antes quizá eran pequeños caseríos de pescadores, marca una diferencia abismal con la Cuba de hoy...................

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