martes, 6 de enero de 2009

Los últimos Reyes Magos de mi infancia


Como alguna vez les he contado, tuve la suerte de que en mi casa se esforzaron por mantenerme la ilusión de los Reyes Magos en medio de la debacle. No sé en qué momento exacto fueron definitivamente desterrados, pero recuerdo como si fuera hoy cuando iba con mi abuelito a las tiendas de Galiano – todavía La Época y Fin de Siglo tenían decoración navideña – para hacer la lista para la Carta a los Reyes. Mi última noche mágica estuvo precedida de un simpático diálogo con un tío mío, pues yo estaba en la edad de los por qués, y a él le encantaba darme explicaciones, por entonces para mí del todo verosímiles. Según mi memoria, fue algo así:

Yo: Tío, ¿de dónde vienen los Reyes?

Tío: De Egipto, en Africa, donde hay un gran desierto. Por eso vienen en camellos, porque esos son los únicos animales que resisten mucho tiempo sin tomar agua.

Yo: Pero tío, los camellos no vuelan. ¿Cómo llegan hasta Cuba?

Tío: En alfombras voladoras.

Yo: ¿Y cómo traen los juguetes?

Tío: Los llevan los camellos en sus alforjas.

Yo: ¿Pero cómo entran a la casa, si la puerta está cerrada?

Tío: Por la ventana, ¿no ves que siempre la dejamos abierta? (era una ventanita lateral, desde la que se veía un pedacito de mar, que efectivamente siempre se quedaba al menos entreabierta)

Yo: Pero tío, por ahí no caben los Reyes con los camellos y tantos paquetes.

Tío: Ah, es que como ellos son magos, se vuelven muy pequeñitos para entrar.

Yo: ¿Y se pueden ver?

Tío: No, que va, son invisibles. Pero aparte, si alguien los ve se ponen bravos y se van, sin dejar ningún juguete. Vete a dormir sobrinita, que mientras antes te acuestes antes vienen los Reyes.

A la cama me fui, claro, como un rayo, pero no podía dormir, aunque cerraba los ojos empeñada en no ver a los Reyes, no se fueran a enfadar y a llevarse mi larga lista de maravillas.

La casa de San Lázaro era una de esas casas largas con cuartos intercomunicados por puertas interiores, y como todas las puertas quedaban abiertas, desde mi camita en el segundo cuarto yo veía un trocito de la sala, que era donde mis Reyes - dios bendiga a todos los que hicieron mi infancia tan dichosa - me dejaban los juguetes. En algún momento me dormí, pero recuerdo que abrí los ojos antes del amanecer y me pareció ver una luz y una mano, pero cerré los ojos y me di la vuelta aterrada, no se fueran a dar cuenta de que los había visto y se lo llevaran todo.

Al amanecer me levanté y allí estaba la mesa cubierta de juguetes: la muñeca con traje de aldeana y trenzas, el jueguito de cocina, un trencito eléctrico, un pianito, una guitarrita y una filarmónica (nada, que parece que yo quería una orquesta). Pero dentro de la caja de la filarmónica – oh sorpresa – había una carta de los Reyes para mí. Como yo todavía no sabía leer ni escribir (no había cumplido aún los 6 años), me la leyeron. Los Reyes me explicaban que había cada vez más niños en el mundo y que por eso el año siguiente no podrían traerme más de 3 juguetes. Mucho después comprendí que intentaban ajustarse al “básico, dirigido y no básico”, que al parecer ya regía aquel año, sólo que mi madre había comprado a otras madres algún que otro derecho. Yo vi las firmas de Melchor, Gaspar y Baltasar (aunque no sabía leer ya reconocía las letras), y me sentí toda importante: ¡sus majestades me habían escrito! Y me pareció muy bien tener menos juguetes para que todos tuvieran, pues jamás se me había ocurrido pensar que otros niños podían no tener lo que pedían.

Poco tiempo después una amiguita me dijo que los Reyes no existían, que eran los padres. Yo le discutí indignada, pero ella me enseñó un juguete que la madre tenía escondido, lo que me llevó a registrar todos los escaparates de mi casa hasta que di con uno que mi mamá también tenía, y con él en la mano logré su confesión. En ese momento me sentí algo desconcertada, tal vez desepcionada, pero al cabo las explicaciones me convencieron, y seguí esperando con alegría – aunque menos ilusión - mis juguetes el 6 de enero. Sin embargo, para el año siguiente ya eso no fue posible. El “día de los niños” se trasladó al tercer domingo de julio, lo que implicó una agobiante cola a la que ya fui con mi mamá bajo un sol abrasador para coger una muñeca pelirroja – muy linda, del tipo Loreta – con la que ya no jugué (mi tía me la "requisó" para ponerla de adorno), un juego de yaquis y una suiza.

Cuando mi hija nació en el 88, hacía mucho que no había Reyes ni Navidad, y ni siquiera los juguetes del "día del niño" juliano. Sin embargo, la despenalización del dólar y la apertura de las “shopping” nos permitieron darle siempre alguna “sorpresita” por Navidad y por Reyes, aunque ella siempre supo que éramos nosotros quienes lo traíamos, y no podía hacer listas, claro – yo compraba lo que podía (o más bien lo que no podía, porque el “fula” estaba muy difícil). Luego empezaron a llegar cosas de “allende los mares”, y así fuimos capeando el temporal, pero magia nunca tuvo.
Espero que un día no demadiado lejano junto con la libertad retornen los Reyes Magos y ciñan de nuevo sus coronas de ilusiones para los niños cubanos, cada día más pobres y desfavorecidos, además de sicológicamente manipulados, o como nos contaba hace unos días Yoani con su habitual maestría, simplemente Abusados.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Solo para comentar que Yoani tiene la singular costumbre de censurar los protocolos de internet de todos aquellos que no concordamos con sus puntos de vista y pensamos que la Revolucion Cubana es una forma de opcion al sistema capitalista. El lema fundamental de Yoani es la libertad de expresion que ella misma censura a traves de la ley mordaza. Pobre de la gente que cree en ella.

Rosa dijo...

Pobre de ti, anónimo, que eres capas de creer todavía en que semejante monstruosidad es una opción. Sólo me gustaría que pudieras desfrutar en carne propia sus "bondades". Y Yoani no censura absolutamente nada, su página está llena de insultos e improperios de toda índole. Y tiene el tremendísimo valor de firmar todo lo que dice con nombre y apellidos, y con su DNI bien expuesto, en un lugar donde hacerlo puede costar muy caro.

Magicomundodecolores dijo...

Rosa: ya te expliqué cómo fueron mis últimos Reyes, pero aún hoy mantengo la ilusión. Conozco a una familia aquí que son la mar de simpáticos, los hijos son grandes y creo que ya tienen un nieto y así y todo, se ponen los regalos delante del Portal y alrededor dejan las figuras de los Reyes Magos. Y está prohibido acercarse antes que los demás, todos abren sus regalos a la vez.
Anónimo: la realidad fue y es diferente para todos. Eso yo no lo comprendí hasta llevar unos 5 años de casada con mi esposo, un español al que no le gusta nada la política; pero tampoco las injusticias.Yo vivía ciega, pensando en que todos tenían que agradecerle a Fidel y a la Revolución el estar y el ser.Nunca quese creer a mis primos de la Engels cuando me hablaban de los hijos de papá y de las prebendas yvacaciones que se tiraban. ¿A costa de quién? Pues de mí, de mi infancia,del esfuerzo de mi madre, que trabajaba como una auténtica mula para que yo pudiera comer carne 2 veces por semana y para que no me faltara la leche o las malangas.
A veces censuramos en los blogs, yo por lo menos lo hago así, a aquellas personas que nos ofenden.A mí no me molesta discutir de política,religión,sexo,lo que sea, pero no puedo permitir que me escriban comentarios ofensivos sobre mi persona, sobre todo, alguien que no me conoce.Creo que estás en tu derecho de pensar en que el socialismo es una opción como otra. Te invito a que vivas allí,con el sueldo que yo tenía (que era de especialista) y con la libreta de la bodega y ya me cuentas.Saludos y felices fiestas.

Vana dijo...

Rosie:

Que lindo que tus padres se esforzaron para darte una linda Navidad, que lastima que tu hija nunca la tuvo, esa ilusion de la niñez es tan linda, yo la recuerdo con mucho cariño y nostalgia.

Yo lei que la Navidad se suspendio en 1970 para poner todo el esfuerzo en la zafra de los 10 millones, y regreso despues de la visita del Papa, pobres niños Cubanos cuantas cosas se han perdido.

Anonimo que porquerias dices, eso de Yoani no es verdad, yo leo su blog, alli hay de todo, nunca ella ha censurado, vete a Cuba y vive de la libreta comiendote un cable, para que veas que buena es la robolucion.

Besos para Rosie.

Sofia dijo...

Siempre he oído que el día de los Reyes y de igual o más importante que la Navidad, pero en Portugal el día de los Reyes es básicamente un día como los demás, poca gente se conecta a este día. El día de Reyes estoy siempre en la memoria que es el día que desmontar el árbol de Navidad.:)
Hay tambien un Bolo de Rey (que no me gusta porque tiene frutas cristalizadas), ese bolo es muy normal en la mesa de Navidad.

Un beijo Rosa!:)

Anónimo dijo...

Rosi, qué lindo que pudiste mantener la ilusión de los Reyes al menos unos años. Yo no tuve esa suerte. Uno de mis primeros recuerdos es el de mi madre tratando de comunicar frenéticamente con un número que habían dado para que los padres sacaron los turnos por teléfono para comprar juguetes. Creo que la cosa terminó con un toronjal de líneas chivadas. Luego fue que "implementaron" (horrible verbo) los números de la rifa, nunca me tocó antes del tercero, ay.
Ano, por lo que yo veo en el blog de Yoani, no me parece que ella censure a nadie, mira que han puesto impertinencias.

~Zurama Arencibia Nuñez~ dijo...

Rosita me has hecho reír y llorar al mismo tiempo.....las mismas preguntas que hacia yo y las mismas respuestas que me daba mi mama. Yo creo que todos estaban de acuerdo. :)))

Que lindo es soñar.

Ya veo que te visita un ciego de consciencia e envidioso de nuestra Yoani. Yo no se de donde saca que ella censura a nadie, si ella no puede ni siquiera leer lo que escribimos. Su tiempo en el internet es muy breve y solo tiene tiempo para subir su archivo.

Diliviru dijo...

Hola Rosi.... Los reyes son una etapa preciosa de la infancia, aunque no nos dieran muchos regalos es valioso el esfuerzo de nuestros padres por cultivar esa magia en nosotros.
Que bonito el dialogo con tu tio, casi me via a mi platicando hace años lo mismo con mamá y ayer con pepino.

Anonimo... Que pena que pienses asi y lo peor que pena que no te crees una identidad y des la cara...

Rosa dijo...

Amigas, gracias a todas por los aportes. En cuanto al anónimo, ya ven que ni se ha molestado en volver, el pobre está totalmente despistado. Yo imagino que al ver las advertencias del blog de Yoani, que efetivamente anuncia censura, pero que en realidad no la efectúa (supongo que porque no puede, dado que ella no controla desde Cuba el blog) ni siquiera intentó comentar allí, y anda soltando sus tonterías por cualquier lugar. Es uno de esos tontos útiles de los que tanto se ha aprovechado y se siguen aprovechando los tiranosaurios. Pero ya se sabe que no hay peor ciego que el que o quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oir. Besos.

Unknown dijo...

Bellos recuerdos

Salva dijo...

Ciao Rosa,

sapevi che qui da noi a Colonia si trova nel Duomo la reliquia dei tre ReMagi?

Guarda questo Link: http://de.wikipedia.org/wiki/Dreik%C3%B6nigsschrein

Se sono davvero le ossa dei tre ReMagi, nessuno lo sa´ ovviamente. Cosi come non si sá se altre reliquie siano vere o no. Ma leggendo il tuo post, ho pensato che potrebbe essere un info che ti interessa :)

Un abraccio,
Salva :)

Rosa dijo...

Hola Salva. Así que están en Colonia las reliquias de los Reyes Magos, qué interesante! Muchas gracias por la información. En alemán todavía no entiendo lo suficiente, pero lo buscaré en español. Un abrazo.

Aguaya dijo...

De los Reyes Magos me contaban mi mamá y mi papá, más mi mamá. A mí nunca me trajeron nada :-(
Voy a retomar el tema en el post del lunes 12.

El Anónimo no sabe que Yoani no puede ver su blog y que envía por email sus textos a amigos que viven en el extranjero, quienes los suben al blog. Yo le agregaría una segunda parte a una de sus oraciones: "[...]la Revolucion Cubana es una forma de opción al sistema capitalista y a los 50 se vuelve más capitalista con los días aunque diga lo contrario."

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