Como el Señor de los Anillos (perdonen los eufemismos, es que soy alérgica al nombre, me provoca urticaria) ha dicho Diego donde dijo digo tantas veces, es posible que muchos no sepan como eran las cosas en los 70, pero yo recuerdo perfectamente algunos de los principales pecados capitales que te podían impedir, por ejemplo, acceder a estudios universitarios, y en casos extremos costarte aún más caro. A continuación enumero los que me vienen a la mente, y no precisamente por orden de importancia, ya que todos eran igual de "peligrosos":
1. Ser religioso. En aquella época daba igual que fueras católico, protestante o santero. Creer en algo que no fuera Fidel, Marx y Lenin era suficiente para que resultaras “sospechoso”. (Para mí fue siempre una aventura insólita esconderme para ir a la iglesia, y el Sagrado Corazón de Jesús de mi abuelita me ayudó a librarme de la "militancia" en la Unión de Jóvenes Comunistas – gracias a dios!).
2. Hablar inglés, y por extensión (o era al revés?) escuchar a los Beatles o a cualquier otro grupo o cantante que se expresara en la “lengua del enemigo”. (De ahí que años después tuvieran que crear la Facultad de Lenguas para “formar” intérpretes, porque se había “erradicado” eficazmente el uso del inglés en la isla).
3. Ser homosexual. Aquellos a los que se le veían las plumas no reunían las “condiciones político-morales” para ningún estudio ni trabajo de relevancia. Y por algunos blogs he visto que en los 60 fue aún peor, los metían en la UMAP, a donde por cierto también iban a parar los muchachos que por sus creencias se negaban a portar armas en el servicio militar, como fue el caso de mi cuñado.
4. Tener familia en el extranjero, especialmente en los Estados Unidos, y sobre todo comunicarse con ellos. Aunque no lo crean los más jóvenes, hubo un tiempo bastante largo en que tener FE era peligroso, y no gracioso y salvador como ahora. Y tener dólares o cualquier otra divisa también estaba penado por la ley, hasta que se "despenalizó". Por ejemplo, mi suegro, por guardar los dólares de su bodega antes que se la intervinieran fue condenado a diez años de privación de libertad, acusado de agente de la CIA. Salió a los tres años, pero absolutamente destruido.
5. Querer irse del país. En una época en que no existían las “cartas de invitación”, ni la posibilidad de casarse con un extranjero – no había turismo internacional, las únicas opciones eran pedir la salida definitiva (siempre que tuvieras quien te “reclamara”) e ir a cumplir una condena de trabajos forzados en el campo durante mucho tiempo. También había quien salía en balsa o lancha o lo que fuera, pero si lo agarraban iba a parar a la cárcel. Supe incluso de un caso de alguien que durante un viaje a un país socialista comentó con un compañero su deseo de "quedarse" y lo devolvieron a Cuba, donde cumplió un montón de años por un delito de pensamiento (su hermana, amiga mía, me dijo el nombre exacto del “delito”, pero se me ha olvidado).
6. No integrarse: La “integración” en Cuba significa la incorporación “voluntOria” (termino irónico que cambia la “A” por la “O” para significar que en realidad es obligatoria) a las llamadas “organizaciones de masas” (o sea: UPC, CDR, FMC, CTC y todas las demás siglas asfixiantes).
7. Ser apático, es decir, no participar con “entusiasmo” en las actividades revolucionarias. Esa “acusación” en los labios inmundos de mi presidente del CDR cuando yo tenía 15 años y me "verificaron" para el "proceso" de ingreso a la UJC me dio la libertad definitiva (o casi), el chivatón no supo nunca el favor que me había hecho.
La verdad es que había más de siete, seguro, pero por suerte no me acuerdo de todos. La mayoría de ellos ya no están vigentes, los de ahora son aún más elementales: querer desayunar, almorzar y comer, pretender calzarse y vestirse, conservar un techo sobre tu cabeza, o el más moderno: bloguear, o simplemente acceder a Internet. Si alguno se acuerda de más de los de los primeros tiempos, o quiere mencionar algún otro pecado imperdonable de los segundos, terceros o cuartos tiempos (algo que dura medio siglo no puede menos que tener muchos tiempos), son bienvenidas las contribuciones.
1. Ser religioso. En aquella época daba igual que fueras católico, protestante o santero. Creer en algo que no fuera Fidel, Marx y Lenin era suficiente para que resultaras “sospechoso”. (Para mí fue siempre una aventura insólita esconderme para ir a la iglesia, y el Sagrado Corazón de Jesús de mi abuelita me ayudó a librarme de la "militancia" en la Unión de Jóvenes Comunistas – gracias a dios!).
2. Hablar inglés, y por extensión (o era al revés?) escuchar a los Beatles o a cualquier otro grupo o cantante que se expresara en la “lengua del enemigo”. (De ahí que años después tuvieran que crear la Facultad de Lenguas para “formar” intérpretes, porque se había “erradicado” eficazmente el uso del inglés en la isla).
3. Ser homosexual. Aquellos a los que se le veían las plumas no reunían las “condiciones político-morales” para ningún estudio ni trabajo de relevancia. Y por algunos blogs he visto que en los 60 fue aún peor, los metían en la UMAP, a donde por cierto también iban a parar los muchachos que por sus creencias se negaban a portar armas en el servicio militar, como fue el caso de mi cuñado.
4. Tener familia en el extranjero, especialmente en los Estados Unidos, y sobre todo comunicarse con ellos. Aunque no lo crean los más jóvenes, hubo un tiempo bastante largo en que tener FE era peligroso, y no gracioso y salvador como ahora. Y tener dólares o cualquier otra divisa también estaba penado por la ley, hasta que se "despenalizó". Por ejemplo, mi suegro, por guardar los dólares de su bodega antes que se la intervinieran fue condenado a diez años de privación de libertad, acusado de agente de la CIA. Salió a los tres años, pero absolutamente destruido.
5. Querer irse del país. En una época en que no existían las “cartas de invitación”, ni la posibilidad de casarse con un extranjero – no había turismo internacional, las únicas opciones eran pedir la salida definitiva (siempre que tuvieras quien te “reclamara”) e ir a cumplir una condena de trabajos forzados en el campo durante mucho tiempo. También había quien salía en balsa o lancha o lo que fuera, pero si lo agarraban iba a parar a la cárcel. Supe incluso de un caso de alguien que durante un viaje a un país socialista comentó con un compañero su deseo de "quedarse" y lo devolvieron a Cuba, donde cumplió un montón de años por un delito de pensamiento (su hermana, amiga mía, me dijo el nombre exacto del “delito”, pero se me ha olvidado).
6. No integrarse: La “integración” en Cuba significa la incorporación “voluntOria” (termino irónico que cambia la “A” por la “O” para significar que en realidad es obligatoria) a las llamadas “organizaciones de masas” (o sea: UPC, CDR, FMC, CTC y todas las demás siglas asfixiantes).
7. Ser apático, es decir, no participar con “entusiasmo” en las actividades revolucionarias. Esa “acusación” en los labios inmundos de mi presidente del CDR cuando yo tenía 15 años y me "verificaron" para el "proceso" de ingreso a la UJC me dio la libertad definitiva (o casi), el chivatón no supo nunca el favor que me había hecho.
La verdad es que había más de siete, seguro, pero por suerte no me acuerdo de todos. La mayoría de ellos ya no están vigentes, los de ahora son aún más elementales: querer desayunar, almorzar y comer, pretender calzarse y vestirse, conservar un techo sobre tu cabeza, o el más moderno: bloguear, o simplemente acceder a Internet. Si alguno se acuerda de más de los de los primeros tiempos, o quiere mencionar algún otro pecado imperdonable de los segundos, terceros o cuartos tiempos (algo que dura medio siglo no puede menos que tener muchos tiempos), son bienvenidas las contribuciones.
6 comentarios:
Hola Rosita:
Penosas Prohibiciones. La que mas me impacta es el derecho a pensar, de ahi los presos de conciencia. Es inaudito que las carceles en vez de corregir ladrones o asesinos esten llenas de personas inocentes sin delito cometido, porque pensar, expresarse, matar vacas, defender derechos humanos NO es delito!!!
Eso es lo mas fuerte para mi
Rosie:
Que pena me da que pasastes por todo eso, penoso tambien lo que todavia sufre el pueblo Cubano, no es justo que por solo pensar diferente tenga uno que ir a los gulags de los Castro's, en Cuba la mayoria son presos politicos, pues hasta comer carne de res te lleva a la carcel.
Yoana, en los ochenta fue mas o menos lo mismo, mi experiencia en la Marti y en el Saul despues tiene mucho que ver con tus experiencias.
Saludos desde Londres.
Hola Dianita, Vana y Cuban, gracias por pasar. Vana, no sabes bien de la que te libraste. Cuban, algunas cosas cambiaron luego, como lo de la religión y la divisa, pero solo se sustituyeron unas prohibiciones por otras.
Yo recuerdo todavía aquellas planillas de los cuentame tu vida que tuve que rellenar al entrar en la universidad, con aquellas preguntas de "tienes alguna creencia religiosa?" y "tienes familia en el extranjero?", y que había que poner NO si no querías buscarte salaciones.
También recuerdo a la que fue el mejor expediente de mi graduación,que con el uno en el escalafón la mandaron a Guantánamo (siendo de La Habana, y habiendo gente de Oriente en el grupo) porque el padre era pastor de una iglesia protestante.
En fin, esperemos que acabe la pesadilla más temprano que tarde, porque cansa hasta hablar de ello. Besos,
Rosa
Hola Rosi,
Fíjate tú, que curiosos que estos
son hoy por hoy las practicas mas populares en Cuba. Siempre lo fueron, pero el régimen se debilita cada día más. No hay mal que dure cien anos, ni pueblo que lo resista.
un saludo, de maylin.
Las familias que se rompieron por quererse ir del país alguno de sus miembros... En la mía lo viví...
Todavía hoy se hacen verificaciones en los CDR, muchísimas. Si le caes mal al presidente, te salaste...
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