Todo el mundo se equivoca acerca del porvenir. El ser humano sólo puede estar seguro del momento presente.
Kundera, La ignorancia
Hace ya un tiempo – antes de lo de Gorki – nuestra querida amiga mexicana Diana decía en uno de sus solidarios posts que le gustaría “pisar las calles" (en su caso por primera vez) de una Habana ya libre y recuperada. Ojalá el destino me permita un día enseñarle a mi nueva amiga – biznieta de un cubano, según nos cuenta en este otro post - que tanto siente por Cuba sin conocerla los rincones de esa Habana que se me de memoria, ya limpios de la amargura y la desidia que lleva tanto tiempo asolándola.
Todo esto me ha hecho recordar a un joven mexicano que conoció mi esposo en una Feria de La Habana en el año 89. Un día lo llevó a la casa de improviso - a él se le ocurrían esas cosas - y yo que no tenía nada que brindarle, me puse algo nerviosa. Como resultado, cuando el hombre traspasó el umbral de la puerta y tras las debidas presentaciones y el infalible chicha-café humeante, ante un inocente comentario suyo sobre los “logros” del sistema no me pude contener y me lancé a explicarle y demostrarle la triste realidad: le enseñé la libreta de abastecimiento, le saqué las cuentas de lo que ganábamos mi esposo y yo y de lo que teníamos que pagar entre luz, agua y teléfono más los alimentos "subvencionados" que apenas duraban una semana, de cómo y cuanto gastábamos en la bolsa negra para sobrevivir, comprando mercancía robada al propio estado ladrón. Le explicarle el desastre de la falta de maestros y medios en las escuelas "gratuitas" y la falta de higiene y de recursos en los hospitales y farmacias, de los problemas (o casi ausencia) del transporte, de la falta de vivienda, de la imposibilidad de protestar por nada, del riesgo que corríamos incluso al comentar con él (que nos oyera la vecina y nos denunciara, por ejemplo). El muchacho abría los ojos – supongo que pensaría que yo estaba un poco loca (y no se equivocaba) – y como mi esposo también le aportó datos y documentos de los recursos que se malgastaban en su empresa, de las barbaridades que se hacían, terminó por decirnos: ¡y nosotros que nos quejamos tanto de nuestro sistema en México! Al año siguiente ni él ni su empresa estaban en la Feria.
No me acuerdo de su nombre ni del de su empresa, pero todavía me felicito de haberle abierto los ojos, pues el venía de buena fe, creyéndose los cuentos de camino del cuentero mayor. Nos costó no tener más sus bolígrafos, gorras y pullovers, y además destrocé la ilusión de mi esposo de que le dieran un “filo” para irse a México (de todas formas Fefa la del Comité se las hubiera arreglado para impedirlo), pero me dio una satisfacción enorme haberme atrevido (bastaba que el hiciera un comentario donde no debía para que vinieran a buscarnos, y quien sabe que más) a demostrar con hechos y con números (y mira que no soy matemática) la magnitud de la mentira. Esta práctica la apliqué también (con mayor o menor éxito) con muchos extranjeros que conocí durante mis años de trabajo como intérprete. Por cierto, al despedir a una delegación o un invitado del gobierno siempre nos pedían que redactáramos informes sobre su “simpatía” hacia la robolución, y claro los míos eran siempre favorables, sobre todo cuando alguno me había prometido divulgar nuestra verdad. Eran las pequeñas satisfacciones de una época en la que ni había oído hablar de Internet, ni había visto siquiera la pantalla de una computadora, que para mi eran aún como ciencia ficción. Aunque como allí ninguna rebelión, por pequeña que sea, queda impune, al cabo de un tiempo lo pagué con una sanción que me forzó a dejar un trabajo que me apasionaba.
Ahora esta blogostroika, posible gracias al desarrollo tecnológico que a pesar de los esfuerzos de los Castro se cuela en la isla celda por resquicios inasibles me devuelve la esperanza de esa Cuba futura, que nunca será perfecta pero al menos será libre, verdaderamente soberana, y más hermosa de lo que ninguno de nosotros se atreve aún a imaginar.
10 comentarios:
Hola Rosita. Pues mira que tu anecdota viene a confirmar lo que el extranjero cree de la situacion cubana, como yo lo habia comnetado en un post anterior. Y lo peor manipulan tan bien la informacion que siempre hacen ver al dictador ese como una blanca paloma. Que bueno que hayas sido valiente y hayas aprovechado a contarle tu realidad a ese invitado mexicano que tuviste. Ojala muchos tuvieran ese valor y desde ahi se comenzaria a gestar el tan esperado cambio. Un abrazo. Que hermosa manera de escribir.
Diana
Yo a veces soy tan pesimista y veo tan lejos la verdadera prosperidad......... no sé si influenciada por la Alemania actual, que es donde vivo, y lo que fue la antigua RDA, comparando con tantísimas situaciones que fueron aquí como lo son todavía en Cuba, y ver como aun hay quien sigue pensando que un regreso del Muro de Berlín sería lo mejor, imagínense...
La mentalidad de las personas y los valores morales es lo más difícil de cambiar. Y en Cuba están tan deteriorados y tan generalizados, que harán falta otros 50 an~os más para cambiarlos totalmente, y me quedo corta.
Pero tengo fe, sé que "se puede" si todos lo intentamos. Y mientras más personas de adentro y de afuera abran los ojos, pues mejor será para el futuro del país.
Un abrazo bloguero,
AB
Dianita, yo fui testigo de tantos paripés para engañar, tuve que traducir tanta mentira, que solo así lograba desquitarme.
Agu, estoy de acuerdo con todo lo que dices, ya se que será muy dificil, pero la esperanza es lo último que se pierde, no? Nadie sabe que nos depara el futuro, pero yo creo que tendrá que ser mejor, por duro que sea. Precisamente el miedo al cambio, inculcado por el mismo régimen entre tantos otros terrores, ha contribuido a prolongar la condena. En fin, yo solo quiero aferrarme a la esperanza, y seguir deseando lo mejor para mi país.
Besitos a las dos, y gracias por la compañía.
Rosa
por esa esperanza y por ese lugar donde cabemos todos y a todos debemos incluir, si es que son capaces de respetar nuestros sentimientos.
Cuando la gente esta presa, trata ante todo de sobrevivir. en europa durante la segunda guerra mundial se vieron horrores dentro de la mismas familias que luego reconstruyeron a ese bello continente.La miseria material no necesariamente implica una miseria de orden moral.
Tengo tremenda fe en mi pueblo, donde hay muchísima gente digna, igualitas que nosotros, porque no venimos de otro lugar que de esa misma isla, donde quedaron nuestros padres, amigos y hermanos.
La blogoestroika solo pide el acceso del internet para todos los cubanos, algo que el régimen no puede aceptar, porque es tan débil que le teme a las palabras de sus propios ciudadanos. Pero al tiempo nadie lo puede detener, por eso SE que estamos ganando.
un abrazo rosa, muy bueno. ;)
tony.
De acuerdo con que hay mucha gente digna, como dice GA, pero tambien hay mucha gente que aun se traga aquello dentro de la isla y a pesar de que cada promesa de un futuro luminoso se ha venido al piso, durante cincuenta agnos. Por que?
Plenamente de acuerdo contigo Tony. La verdad es que si, que conozco mucha gente como nosotros, que aunque les pisoteen la dignidad y agachen la cabeza para seguir vivos, sus valores morales siguen ahí. También es cierto que hay mucha otra gente que se ha maleado más, pero incluso ellos seguramente recuperarán la dignidad cuando les sea posible.
Mayeya, yo no conozco a uno solo que se crea nada, tragan porque no tienen más remedio. Pero si conozco alguno que otro que teme el final porque "van a venir los de allá enfrente a dejarnos en la calle", y comprenderás que luego de haber sostenido los techos sobre sus cabezas por medio siglo a fuerza de sacrificios sin cuento, reconstruyendo con sus propias manos, robando (si, ladrones a la fuerza) materiales para que no se les caiga la casa encima con algún ciclón (eso los afortunados que han podido hacerlo) no quieren verse de pronto en el parque con sus bártulos. En fin, que es largo de explicar, pero sigo confiando en que todo tendrá solución cuando llegue el momento. Será dificil, pero habrá que encontrar la manera de no joder a los que se quedaron (y no porque quisieran, en muchos casos) y de resarcir a los que fueron expropiados, lo que tampoco fue justo, por supuesto.
Sí, algo super importantísimo es que se regulen bien las leyes de propiedades, indemnizaciones, etc. para que no haya más problemas que los que ya han habido por ejemplo en otros países.
Yo creo que sí, que mucha gente saldrá adelante y hará lo imposible por prosperar y hacer prosperar al país. Otros (siempre los hay) se aprovecharán a codazo limpio, eso no tendrá remedio...
Muy buen tema, Rosita!!
me pasa como a Aguaya, que creo que el daño mayor está el los patrones éticos deteriorados, en la doble moral, la falsedad y la mediocridad instalados en la manera de ser de la gente, y estas son cosas que no se resuelven con cemento, pintura y prosperidad...quisiera que el optimismo tuviera fundamento y lo mejor del cubano primara sobre estos vicios morales, como el de robar cosas del trabajo para subsistir...se quitará eso cuando haya un trabajo decente con el que ganarse la vida?
Betty, seguramente costará lo suyo, pero el cubano promedio que sale de allí luego de haber hecho todas esas cosas normalmente se comporta bien, trabaja duro, sin robar y sale adelante, así que confío que también pueda hacerlo, y con más razón, en su propia tierra cuando cambien las circunstancias.
ahora en la isla tienen un problema, les gustaria tener internet como arma de entreteniento, propaganda, consultas para profesionales y se encuentran con que la gente puede acceder a un mundo libre, tendran que bloquear miles de paginas e imagino la cantidad de gente que debe estar dedicada a esto, pero cada vez que bloqueen una crearemos mas, tendran mucho trabajo voluntario y de paso asi leen un poco y quizas algun dia se cuestionen como es posible que tantas gente diga lo mismo desde distintas partes del mundo y ellos piensen diferentes.
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