domingo, 24 de agosto de 2008

Identidad y Cubanía

Verano del 2004 en Infiesto, Asturias

Leyendo "La Broma", de Kundera, magnífica radiografía de la maldición comunista, su referencia a las máscaras que en un régimen totalitario se ven obligados a llevar los adolescentes - ya de por sí confusos en cuanto a su identidad incipiente - me ha llevado a desear deshacerme de la mía de una vez por todas (que ya estoy bien lejos de la adolescencia). Como explicaba ayer en mi torpe "peoma" (ese simpatico término que vi en alguna parte de la esquina centrohabanera de Romay), no tengo nada que perder porque ya en La Habana no me queda familia directa, y los amigos no tienen por qué verse afectados por esto, ya que en muchos casos ni siquiera sé como piensan (así son las cosas tras el "muro" de La Habana). Por eso les reitero que me llamo Rosa, me apellido Alvarez (cosa que tampoco es una hazaña decir, porque mi nombre y apellido son harto comunes), pero me pueden seguir llamando Ana o Yoana, ya le he cogido cariño a mis seudónimos, que tampoco es que sean menos comunes.


Por otra parte leía ayer también otro artículo de Yoani en El País, en el que luego de comentar una risible entrada sobre Cuba en una Enciclopedia para niños, habla de nuestra diversidad inevitable: "Aquí tenemos todo el espectro de colores que pueda imaginarse. Desde lánguidos rubios de ojos azules hasta los tonos más cercanos a la noche. Es posible interactuar con una gama amplísima de creencias religiosas y de posturas políticas, chocar con una impresionante pluralidad en los más variados temas. .... No veo, sin embargo, ese arco iris de opiniones representado en el retrato de nuestra escena política. Más bien a un grupo encaprichado en teñirlo todo de un solo color. Una isla marcada por la pluralidad, atada a un discurso monocromo."

Eso me hace recordar que con harta frecuencia cuando digo que soy cubana se asombran los de aquí. Muchas veces me dicen hasta que mi acento no es cubano (para ellos el "cubano" es lo que hablan personajes como Dinio, ex de Marujita Díaz). Sin embargo, cierta vez una ex compañera de trabajo me dijo que yo no hablaba "castellano" (luego se justificó diciendo que los asturianos tampoco, que el castellano es el idioma de Castilla) y aunque no lo crean mi incapacidad para pronunciar la "z" y las "c" - que no lamento porque me identifica con esa tierra que es mi orgullo (solo me averguenzo de su desgobierno) - ha sido un insalvable obstáculo para acceder a puestos de telefonista o recepcionista: en una ocasión una "amiga" me dijo que no vendería nada si la gente llamaba y le contestaba una "sudamericana" (le da igual que en realidad sea caribeña) porque había gente muy "racista". Y lo peor es que tiene razón, porque en el primer trabajo que tuve como secretaria algunas veces respondí al teléfono y alguno se quejó a la jefa, aunque otros por el contrario alabaron mi "dulce" acento.


Por otra parte, tampoco bailo (pecado capital entre mis compatriotas), y cuando estaba en Cuba nunca me gustó la salsa. De modo que allá también me soltaban de vez en cuando: "chica, tu no eres cubana". Pero es que resulta que si lo soy. Mi cubanía es parte de lo más profundo de mi identidad, por eso junto con Yoani y tantos otros "me río de la caricatura" que han hecho de nuestra nación.

10 comentarios:

Al Godar dijo...

En el sentido que mencionas del lenguaje, aqui en Canada es el sitio ideal para los extranjeros. Tan heterogeneo es este pueblo ya de por si, que a pocos le importa el acento con el que hablas con tal que puedas comprenderte.
Los pseudonimos en los blogs, no creo que sean en la mayoría de los casos motivados por miedo, aunque el miedo está inculcado fuertemente en nuestras vidas.
Yo tampoco tengo familiares cercanos en Cuba ni voy por allá hasta que aquello no se arregle (bien arreglado!), pero no renuncio a mi pseudónimo. Me permite una vida paralela. Es otro yo. Pero igualmente responsable.
Saludos,
Al Godar

Rosa dijo...

Tienes razón Al, los seudónimos son muy válidos y liberadores en todo sentido, y se pueden utilizar responsablemente. Pero como en mi caso si que tenía miedo - en realidad bastante irracional - dar la cara es como ir un paso más allá en mi autoliberación. En cuanto a lo del lenguaje, puede que en otras partes de España no sea así, de hecho en Andalucía no me pasó nunca y en Canarias hablan igual que nosotros, pero de momento debo seguir aquí por diversas circunstancias. En Canadá tengo un par de amigos y un primo, me gustaría ir de visita, pero creo que el frío sería demasiado para mí. Bueno, nos vemos por la blogosfera, con o sin máscaras todos somos sinceros y auténticos y eso es lo importante.

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

Hola Rosa,
Nosotros usamos nuestros nombres verdaderos, pero respetamos el derecho y la magia que tienen los nicknames o avatar.
Otra cosa, cuando nos piden que hagamos un papel de cubana (o), se están perdiendo lo mejor de cada uno de nosotros.
Saludos, Maylin.

Rosa dijo...

Hola Maylin. Estoy de acuerdo con que el nickname tiene magia, ya que te permite ser "otro" por así decirlo. En cuanto a lo de la cubanía, ya se que es un concepto abstracto que parece encerrarnos y separarnos del mundo, pero cuando la condición geogáfica desaparece del horizonte, para mí al menos es como un ancla salvadora a la que me aferro, sin que por ello me niegue a asimilar todo lo bueno que voy encontrando al paso y que me va enriqueciendo. Seguimos en el blogueo. Un abrazo cubanísimo y al mismo tiempo internacional.

Diliviru dijo...

Esto de lo que hablas es muy comun que por ser originarios de algun pais o ciudad en especifico debemos ser, hablar o comportarnos como segun es en ese lugar. Algo que yo creo es que la cubania no solo es una forma de hablar o el que obligatoriamente las mujeres deben bailar como las chicas del tropicana... No. para mi la cubania es magia, es la chispa que los distingue de los demas.

Rosa dijo...

Gracias Dianita por lo de la magia y la chispa. Cada pueblo tiene su encanto, lo que pasa es que estando lejos se magnifica todo. Un abrazo fuerte para ti.

Anónimo dijo...

Los clichés los sufrimos todos los países. En el resto de Europa me dicen que no parezco española. No soy morena de verde luna, soy anti taurina, no tengo ni idea de flamenco, es más, no me gusta nada...

Rosa dijo...

Bueno Anónima, si yo fuera española me pasaría como a tí, jeje. No me gustan los toros y aunque me encante el flamenco no sería capaz de bailarlo tampoco. Solo que en Cuba el problema es más serio. Quieren que todos seamos "rojos", pero mientras hablan de igualdad lo único cierto es que hay extrema miseria para unos y extrema riquezz para otros, como en el capitalismo más feroz. Pero encima, sin libertad de quejarse siquiera, y eso ya es el colmo. La mejor muestra del fundamentalismo caribeño la tienes ahora con ese músico que grita improperios porque es su manera de decir basta, y el régimen lo acusa de "peligrosidad". Lee bien a Yoani y a toda la blogosfera cubana (la libre, no la esclava) si quieres enterarte bien. Un saludo.

Anónimo dijo...

Querida Ana: ¿Te acuerdas cuando en el blog de Yoani no se podían poner comentarios? Hace ya un cierto tiempo... Yo sí me acuerdo, y le enviaba e-mails diciéndole ¡por favor, ya sé que es difícil, pero inténtalooooo!
Visito la blogosfera cubana,desde hace tiempo, porque forma parte de mi. Pero perdona que disienta de tu consejo, visito la libre y la esclava. Sí, de verdad, me paseo por el Granma, y por el blog de Sixto, y por algunos más, porque creo que hay que oír de todas partes.
Y ahora voy a decir algo, que probablemente moleste a algunos: ¿sabes cuál es la principal característica de los cubanos? -según mi modesta opinión-
Pues que son, ni más ni menos... igualitos, igualitos que todos los demás seres humanos...
Nadie les quita que hablando en general bailen de maravilla, sepan de hablar de todo -gritando, eso sí- aunque en el fondo no digan nada, y todos los tópicos del mundo... pero en el fondo, en el fondo... todos somos bípedos con un cerebro un poco o más desarrollado y poco más.
Vamos, que conozco ciento y la madre de cubanos, todos tienen ese toque, vamos... cubano... pero que los hay más sosos que un noruego, más cabezúos que un alemán, y más fríos que un oso polar constípáo.
Lo que yo quería decir, es que todos, TODOS, los colectivos humanos, sufrimos de ser considerados "tópicos", no sólo los cubanos.
¿O cómo te crees que se siente uno al ir de turismo a Cuba, por ejemplo, y que más de uno dé por hecho que vas a buscar...(incluyendo a los mismos cubanos), lo que a tí ni se te ha pasado por la mente?
Lo único que yo quería decir, es que todos somos víctimas de los tópicos (aunque los tópicos, por serlo, incluyen una parte de verdad), que aunque pasen mil años, y en Cuba se consiga una democracia,-yo espero que sea mucho antes- se seguirá pensando durante mil años más que todos los cubanos bailan salsa,y van vestidos de rumberos, y que los españoles vamos vestidos de toreros y con una navaja en la liga, las mujeres.
Vamos, que ya no sé ni lo que digo. Que me encanta tu blog -esto no es un tópico-, que me encanta el pueblo cubano -esto ya empieza a serlo-, y que a ver si hay suerte y se mueren los Castros y unos cuantos políticos más, de todos los países.
Un gran beso. ¿Con toque cubano? Pues chao,chao, maní tostáo.

Rosa dijo...

Querida Anónima:

Gracias por tus opiniones y tus buenos deseos para Cuba. Tienes mucha razón en lo de los tópicos, y lamento que hayas sido víctima de ellos al visitar la isla. En cuanto a que leas de todas partes, me parece muy bien, para eso eres libre. Sólo quiero que mis compatriotas disfruten de esa misma libertad. Esperemos que pronto pueda ser así. Besos.

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