viernes, 4 de julio de 2008

Libertad Religiosa

Este es mi comentario al post del blog "De Gusanos a Mariposas", que agrego aquí porque es mi experiencia personal en lo tocante a la persecución de que se nos hizo objeto, a la cual debo, por cierto, estar hoy en la cerca entre creer o no creer, que se convirtió en mi particular dilema seudo Shakesperiano, aunque en el fondo no es más que el archiconocido "Ser o No Ser", o el de Hemingway "Tener o no Tener".


Comentario:
Hola Anita, aquí estoy de nuevo leyendo tu crónica de lo increíble, que todos sabemos cuan cierto es. Cuando yo estaba en sexto grado un día la maestra llegó y preguntó: ¿quienes creen en Dios? Recuerdo que fui la única que levantó la mano - aunque me constaban que otros creían también, de diversos modos - me sacaron del aula y me hicieron un interrogatorio. Les dije toda la verdad (había oído decir al cura que era pecado negar a Dios): que en mi casa éramos creyentes, aunque sólo íbamos a la iglesia los días muy importantes, como Noche Buena o Semana Santa. Pues quien te dice que cuando me entregan mi expediente para pasar a la Secundaria lo abro y leo: "su familia tiene problemas ideológicos". En lo adelante hice como Pedro, negué a Dios mucho más de tres veces, y negué todo lo que me preguntaron: si tenía parientes en el extranjero, si me carteaba con alguien, y un largo ecsétera. Solo así pude estudiar y trabajar, eso sí, sin pasarme tampoco al otro bando.

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