martes, 24 de junio de 2008

Perdiendo el miedo

Desde que nací estuve maniatada y aislada. Me acabo de enterar en uno de los blogs que el día de mi nacimiento (12 de marzo del 62) nació también la libreta de racionamiento, ¡qué horror!

Pero es que lo único que tuve racionado no fue la comida y la ropa, y los juguetes. También me racionaron la información y la comunicación con el mundo exterior. Viví en una cárcel verde rodeada de un inmenso foso azul, sin saber siquiera que otros muchos prisioneros vivían a mi lado con mis mismas ansias de libertad. Si les decía algo mis amigos disimulaban, o directamente me hacían callar con un “deja eso, no vale la pena, no cojas lucha”, y todas esas frases que usamos para no meternos “en camisa de once varas”.

Luego llegué por fin a España, la que yo creía “la madre patria”, porque mis abuelos eran todos de estos lares (Asturias) y yo estaba convencida de que tenía el derecho de “regresar” en nombre de ellos que siempre quisieron hacerlo y no pudieron porque las cosas por acá demoraron demasiado en arreglarse, y no fueron de los dichosos que pudieron “hacer las Indias”. Pero ¡oh sorpresa!, aquí solo soy uno más entre los inmigrantes del mundo. Y luego el clima no ayuda, el “indio” que me cocinaba los sesos en La Habana aquí no se digna iluminarme más de tres o cuatro veces al año, y mi pupila acostumbrada a los colores diáfanos no se resigna a tanta oscuridad.

Sin madre y sin patria estuve luchando contra los molinos de viento para instalarme en una sociedad que no comprendo ni me comprende. Al principio le contaba a todos nuestras desgracias como pueblo. Unos pocos parecían entender, ellos también habían sufrido a un dictador. Otros me venían con los “logros” de la revolución, esos eran los peores. Poco a poco me fui callando. Cuando me preguntaban de Cuba cambiaba el tema, o decía que no sabía ni quería saber nada. Pero si que sé, sigo sabiendo y queriendo saber, para mi mal o mi bien. Y no es que quiera regresar. Me gusta este mundo abierto y prefiero el continente a la isla. Pero quiero poder entrar y salir de la tierra donde nací sin que me torturen en el consulado cubano, sin que me expriman hasta el último centavo, y quiero saber que los que dejé atrás pueden ganarse el sustento dignamente.

Y he aquí que un día mientras miro el noticiero al que soy adicta (veo todos los que puedo, incluso los de la CNN) escucho que hay una “bloguera cubana” a la que han otorgado un prestigioso premio. Al principio ni lo entiendo: ¿bloguera? ¿y eso qué es? No le doy importancia. Me digo: un bulo más, una pantomima del segundo Castro. Será una segurosa, si no cómo iba a poder hacer lo que está haciendo. Otro día dicen que el gobierno cubano le ha negado el permiso para venir a recoger su premio. Vaya paradoja, pienso, o se han vuelto muy listos, o esto es de verdad, ¿quien es esa Yoani? ¿cómo tiene valor? Pero aún demoro en buscar más información. Nadie en mi entorno sabe de ella, y la vida me lleva de prisa. Finalmente un día tengo tiempo. Tecleo en google el nombre de pila, tan común en Cuba, ni siquiera recuerdo su apellido. Enseguida la encuentro, empiezo a leer su página y no puedo parar. Dejo comentarios de alabanza y apoyo. Luego me doy cuenta que aquello está lleno de personajes ruidosos, muchos mandados por el gobierno a replicar y a defender al régimen, algunos extranjeros que no tienen ni idea pero quieren defender lo indefendible –que tal vez fue su sueño, no los culpo -, y los exiliados de los primeros años con su posición intransigente que no saben lo que es crecer sin alas y quieren que se inmolen los de adentro en aquella pelea “de León pa Mono, y con el mono amarrao” para luego llegar a recoger la cosecha.

Pero ya está plantada la semilla que germina enseguida en mi terreno fértil. Ya no quiero callarme ni mirar a otro lado. He descubierto la blogosfera. Hay muchos como yo por allá fuera. Y hay héroes y heroínas allá adentro. La información es poder. Por eso nos la han negado tanto tiempo. Pero ahora no pueden detenernos. La blogostroika ha empezado. A donde nos llevará, quién puede preverlo. Seguro que esto no bastará para poner fin a nuestra pesadilla. Pero la isla virtual que se sacude las cadenas del miedo extiende su red a los confines del mundo y nos va uniendo, y ya se sabe que solo la Unión hace la Fuerza”.

9 comentarios:

Aguaya dijo...

A veces me pongo a imaginarme qué sería de los cubanos, o de Cuba, mejor dicho, si tuvieran libre acceso a Internet. Creo que "aquello" no duraría lo que un merengue en la puerta de una escuela... sino menos.

La infomación es tan importante, y el control de la misma tan impotente en el mundo de hoy, que todo es cuestión de tiempo: la gente está ávida de ella, cada día más, y el que tiene la vía en sus manos, pues la aprovecha bien.

Yo admiro mucho a Yoani, cómo las inventa para poder publicar sus posts, y de verdad creo que hay mucha ignorancia todavía sobre todo en los que creen que porque ella publica en un post es que tiene "acceso a Internet". Pues no, los textos los envía por email, y el correo electrónico es sólo un casi ya minúsculo servicio de la red de redes.

Y de acuerdo contigo: muchos quieren que los cubanos y Cuba hagan lo que ellos ni sus países han hecho. Que se vayan para allá a vivir como el cubano normal a ver si dicen lo mismo al regreso!

Ana, te apoyo 100%!!!! Los miedos los iremos perdiendo, claro que sí!!

Ivis dijo...

Interesante esta reflexión. Y muy bien escrita. Todos llegamos aquí por motivos diferentes, aunque parecidos en su esencia. El desarraigo, el aislamiento, la necesidad de expresarnos de una vez y por todas. Me ha encantado este post. Un saludo y ánimos.

A Cuban In London dijo...

Pues me uno a los elogios a la compañerita "Y". Porque aunque no pertenezca al grupo de los que tiene un nombre con la susodicha letra, si soy de los cubanos que quieren democracia en mi tierra.

Saludos desde Londres

A Cuban In London dijo...

A propósito, y sin bonche, mirando el título de la columna me pregunto de que parte de Oriente tú eres :-)

Saludos desde Londres.

Rosa dijo...

Gracias a todos por los comentarios, que me emocionan y me dan energía para empezar mi largo día. Aguaya e Ivis son inspiradoras, aunque ya saben que mi musa de honor es Yoani, esa frágil mujer de acero inoxidable. Cuban, gracias mil por el comment sobre el título, es que soy una despistada. Mi nombre tampoco es con Y, pero se ha convertido en mi letra favorita del alfabeto. No soy de Oriente man, ni sé bailar, soy de Centro Habana y Lawton. Me encanta tu página que volveré a visitar en cuanto tenga tiempo, y your perfect English, how long have you been out there?
Gracias Algodar por incluir mi blog en tu lista, que además me servirá de guía para ver todo lo que hay por ahí. Apoyo tu posición de admitir a todos. Un abrazo bloguero, como dice Aguaya. Me encanta!!!! como diría Etelvina, jeje You all make me so happy!!!

Anónimo dijo...

Como dice Aguaya: ¿qué sería Cuba si tuviese al potro de la red desbocado? Es inimaginable, pero tangible. Irreal, pero materialmente posible.
Entiendo perfectamente la necesidad de hacer un blog de apoyo. Por mi parte, ya tenía el blog guardado y sin usar, con una capa de polvo de a metro, pero gracias a Yoani, lo he rescatado y no puedo dejar de crear cosas, bits sueltos, interés desatado por todo aquello que nunca dije en voz alta por miedo y cobardía. ¿Y saben? Estoy cansado, aburrido, de mirar para otro lado. Cuenta conmigo. Tu apoyas a Yoani, yo te apoyo a tí, Aguaya y Algodar a nosotros, y así infinitamente entre todos los cubanos.
Un abrazo a todos¡

Aguaya dijo...

Yo también estoy tan contenta desde que me metí en el mundo de los blogs!!!! Es el hobby, si se pudiera llamar así, que nunca supe me llegara a apasionar tanto, y lo mejor de todo es el contacto virtual con gente con la cual dialogar... y sin verles la cara!!! además de los temas comunes que nos entrelazan a todos...

Otro abrazo bloguero!

Anónimo dijo...

Gracias por ese post, lo he colocado aquí.
http://www.megaresistencia.com/foro/viewtopic.php?p=125271#125271

GaviotaZalas dijo...

Tienes razón unidos seremos FUERTES. Bienvenida a la Bloguera Ana, no pierdas el impulso -como yo- Seguimos....saludos

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